jueves, 3 de julio de 2008

Vibraciones armónicas e inarmónicas musculares (masaje mioneural)

El efecto de las manipulaciones por sucusión, sacudidas, presiones y vibraciones sobre los segmentos corporales o sobre grupos musculares específicos, produce una relajación refleja e inducida sobre el sistema nervioso central, tanto en su componente voluntario como en el autónomo.
Estos masajes son indicados en personas muy tensas que no pueden recibir ningún tipo de dolor liberador como el que se produce en los masajes descontracturantes. Generalmente sometidas a presiones emocionales y situaciones existenciales angustiantes, estas personas sufren hipersensibilidad, irritabilidad y no pueden relajarse en lo más mínimo a voluntad, sufren distrés y hasta depresión.
A nivel cognitivo, el foco de atención de estas personas se halla en los problemas y no pueden bajar ni un instante al placer o al cuerpo, suelen estar atemorizadas y el contacto les resulta amenazante.
Mediante el grado de presión, los efectos armónicos e inarmónicos, la superficie de contacto, la velocidad y ritmo de las vibraciones vamos entrando en feedback con el proceso profundo nervioso que domina el cuerpo de la persona, y gradualmente entramos en una comunicación básica y primaria donde se habilitan procesos de comunicación más complejos e integrados, siendo esto un bálsamo para el sistema nervioso tan maltratado por el estrés.
El efecto de este masaje es el de abrir una tregua en el desgaste que está sufriendo el sistema nervioso. Recuperando parcialmente el descanso debe seguirse una focalización en las sensaciones corporales profundas.
Se requiere una observación y experiencia avanzadas para hacer que este masaje sea profundo y efectivo. El masaje ondulatorio es una variante.

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