jueves, 3 de julio de 2008

Contraindicaciones emocionales

Los estados emocionales, anímicos y psicológicos también tienen sus masajes contraindicados, por ejemplo en depresión, angustia crónica, agotamiento crónico, ira, gran preocupación, gran tristeza, desvalorización, paranoia, etc no deben realizarse masajes fuertes o que originen algún grado de dolor, por ejemplo los niveles medio y profundo del masaje descontracturante, o el trabajo con las barreras de dolor.
Tampoco es conveniente realizar entrenamientos de sexualidad a personas con tendencia psicopática sin tratamiento especializado.
El masaje es un momento de encuentro interpersonal, de gran reciprocidad y hasta confidencia. Es esencial lograr feedback entre receptor y masajista, consultante y entrenador. El feedback o correspondencia mutua se logra a través de una serie de virtudes de la comunicación que deben estar presentes: la empatía, la valoración de la persona, la autenticidad, la apertura y la sinceridad, la confidencia y la discreción.
Es muy importante hacer saber al otro lo que esperamos de él, el marco de relación social en el que actuamos y que se quiere lograr en la sesión. Por ello debemos hablar francamente de las expectativas de calidad y vivencia que necesitamos para evitar sentirnos frustrados al finalizar la sesión. Por ello desde nuestra recepción podemos facilitar a quien concurre a expresar sus motivaciones.
Si lo que lo moviliza es alguna aspiración sexual, debemos saber que el masajista no está preparado profesionalmente para satisfacer esta demanda, sí lo estamos los terapeutas y entrenadores en sexualidad.
Es impropio forzar la situación o pretender que la otra persona se ajuste a nuestro pedido “porque paga”. La profesión del masaje ha sufrido un gran abuso por esta falsa razón. Hay que escuchar atentamente las referencias del cliente y evitar llevar a cabo un encuentro con el que no podemos comprometernos y que puede originar rispidez e incomodidad para ambos.
El reconocimiento de la sexualidad, como menciono en www.gozosexual.blogspot.com, es esencial al masaje, es un respeto por la orientación y potencialidad. Pero ello no significa que se deba admitirse acoso o exponer al masajista a prácticas sexuales genitalizadas. Para contener estas vivencias estamos quienes nos entrenamos en la sexualidad humana y recibimos las derivaciones de los masajistas, psicólogos o médicos que han sido consultados para realizar prácticas fuera de su área.
Las prácticas sexuales no corresponden a una sesión de masajes, incluso en el caso del masaje sensitivo. Entran en el marco de labor de una sesión de entrenamiento sexual y deben legitimarse dentro de ese marco. La indiscreción y el desenfreno no son aceptables en ninguna sesión, ni siquiera de sexualidad, deben tratarse con sesiones fundamentalmente de expresión y focalización de vivencias pasadas y fantasías actualizadas, y con resignificación social de las relaciones interiormente sentidas.
Más aún, las necesidades afectivas pueden ser cubiertas en una sesión de masajes o sexualidad hasta donde el marco o encuadre social lo admite, que es en el cariño y reconocimiento amoroso que nos damos los seres sociales en la mutua legitimación de nuestro ser. Pero no puede pretenderse que la contención “de lugar obligadamente” a una relación de amante, de amistad o acoso.
Los consultantes que buscan una “relación” con el masajista o entrenador más allá del amor humano o socializante, más allá de una relación recíproca de adultez, y se aferran a establecer un rol social de posesión y exclusividad deben ser confrontados con sus fantasías y, llegado el caso, derivados a consulta psicológica o psiquiátrica.
A través del contacto, el masaje y la sexualidad no será posible reencuadrar para estas personas el sentido de las sesiones, con el riesgo de que más y más regresionen a comportamientos infantiles.
A este respecto son muy útiles las sesiones de focusing, modelos mentales y liberación expresiva que propongo en otros blogs www.focusingargentina.blogspot.com, ver mi perfil.

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