jueves, 3 de septiembre de 2009

Opción de masaje desnudo

El nudismo en el masaje es, hoy en día, un valor específico que atrae a numerosas personas. Cuáles son sus valencias, virtudes y atinos, es brevemente lo que deseo exponer.
De por sí la masoterapia es la profesión que trabaja con personas que conlleva el mayor contacto e intimidad corporal.
El valor de las maniobras con fines específicos sobre la fisiología, no soslaya ni mínimamente la virtud del ser tocado personalmente con el ritmo, la frecuencia y el tacto que cada uno de nosotros requerimos en ese preciso momento en que ocurre nuestra sesión recibiendo un masaje.
Esperamos que el masajista nos dedique y adapte la técnica requerida específicamente a nuestra sensibilidad. Por ello hay intimidad entre sus manos y nuestro cuerpo.
Comencemos valuando los efectos saludables que se dan al encontrar un masajista con buen feedback y que además de la idoneidad en sus técnicas puede brindarnos contención, escucha y empatía.
En este caso nos relajamos, podemos confiar, se liberan las tensiones defensivas de músculos y articulaciones, respiramos más hondo y gozamos recibir.
Si a estas ventajas adicionamos el desembarazarnos de los símbolos, roles y status sociales, los beneficios se potencian por el fluir de la comunicación corporal y emocional en el contacto, libres de tensiones inhibitorias por condicionamiento de relaciones de poder, de vergüenzas o deseos indecibles.
El nudismo propone justamente esto, liberar los cuerpos de las marcas sociales que representan las vestimentas, acercándonos a una vivencia primaria y originaria del estar junto al otro, el nudismo de ambos cuerpos es un símbolo de naturalidad y espontaneidad, es preparatorio de una comunicación básica entre las personas, un espacio para un lenguaje corporal donde la presencia mía y tuya potencian la vulnerabilidad y la sana confianza.
La experiencia se torna revitalizante tanto en dador como en receptor, pues armonizan y realimentan esa plena confianza mutua, y la comunicación que se da en un buen masaje, es una simetría de vulnerabilidades, de roces cálidos de la piel y de disposición natural a aceptar ambos cuerpos tal cual son.
El arte masoterápico en nudismo es de altísima calidad en la discreción, en el disfrutar el presente con autenticidad y humanismo, en reconocer ante todo que el vínculo entre ambas partes es buscado personalmente alejado de un servicio contractual.
En definitiva el nudismo en el masaje busca un encuentro netamente humano dando un paso más adelante que el ideológico servicio profesional y, libre de signos de status, enraíza en la necesidad de contacto y reconocimiento corporal que poseemos como seres de la especie homo sapiens, pertenencia que nos allana por sobre las diferencias sociales, de traumas, de riqueza o de poder.
En la experiencia con mis clientes he notado que esta igualdad corporal es muy contenedora, relajante y estimula la recuperación de la autoestima, la autoconfianza, aflojando tensiones y dolores crónicos en la confidencia de la comunicación entre ambos.

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