viernes, 18 de abril de 2008

TANTRA hoy

Sobre la base de la multiplicación del gozo, la ética y la libertad conciente, la sexualidad puede ser tomada como trampolín hacia la espiritualidad.
Los precursores del tantrismo se remontan a formas rituales prehistóricas de ampliación de la conciencia mediante la experiencia corporal explorando y expandiendo los sentidos. La definición ritualista e ideológica propia del Tantra tuvo lugar en Cachemira, India, en el siglo V después de Cristo, a partir de una derivación revolucionaria del culto a Shiva, Dios creador-destructor-trascendente del hinduismo. La revolución fue en el sentido de realzar el camino de la vivencia de la experiencia y la devoción al gozo a través del cual la conciencia podía hallar su autocontraste, clímax y completa realización.
La visión psicológica tántrica dignifica al cuerpo, y sus implicancias sociales son libertarias, en la relación iniciática discípulo- maestro se da acceso a todos los hombres y mujeres sin importar las castas, e incluso se dignifica al sujeto pasivo no sólo como igual frente al hombre sino como la generadora de las máximas iniciaciones en la fusión de la energía y la conciencia. A nivel social comulga con el igualitarismo sin distinción de castas ni origen humano alguno.
Los ritos tántricos son más o menos carnales según las escuelas, siendo las literalmente llamadas de la "mano derecha" más meditativas e introspectivas, y las de la "mano izquierda" las más revolucionarias y arriesgadas frente al status quo social, incluyendo el consumo de alimentos prohibidos y relaciones sexuales sumamente intensas en estados de conciencia contemplativos y devocionales.
Las formas rituales del tantra se extendieron por el antiquísimo lejano oriente asiático y formaron una relación dialógica con las cosmovisiones más dominantes de los territorios de India, Tibet y China: Vedas, Budismo y Taoísmo.
El tantrismo es incorporado en Occidente de un modo más limitado, centrándose en los rituales de índole genital más que en los que estimulan la totalidad de los sentidos, y sus prácticas postmodernas son llamadas neotantra.
En la Argentina hay personas aisladas y pequeños grupos que buscan recuperar la visión y práctica tántrica. Es mi creer que para los occidentales es una tarea nada fácil, sino casi imposible, debido a la devoción que se necesita hacia las cosmovisiones védicas shivaistas y a los preceptos mentales que deben seguirse en todo tipo de ritual siendo las formas de gozo, sublimadas dentro de sí mismas al ideal védico (y también budista) de unidad perfecta, integrando en la anatomía energética humana la sensación de conciencia de unidad suprema y absoluta. Todos estos conceptos son difíciles de vivenciar en occidente dada nuestra socialización y uso del cuerpo en una tradición de raigambre judeo-bizantina-romana.
Por ello en sesiones donde se me pide una visión tántrica explico nuestras limitaciones y sigo una trayectoria orientada por las necesidades del concurrente a fin de que realce primero su energía personal y luego la espiritualice de acuerdo a su propia tradición.
Me oriento a rescatar y exaltar el cuerpo viviente en su generación de conciencia, ampliando y profundizando los sentidos y la libertad ética como camino para alcanzar gracia, elevación y pureza en la magnanimidad que se halla en nuestro ser. El avance concede una dimensión de conciencia, bondad y compasión infinitas.
Para informarte sobre nuestra vanguardia de acciones tántricas www.josegahal.blogspot.com

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