Por ello masajear el cuerpo es una acción seria, muy comprometida y compleja desde el punto de vista social. Aunque lamentablemente hoy día se ha desvalorizado hasta la llana concepción de un servicio estandarizado de consumo, intentaré dar una idea de cual es su trascendencia.
El masaje es un ACTO de CONFIANZA, donde una persona cree en la habilidad de otra para generarle placer y salud. Particularmente la actitud o disposición más fácil de describir es de ENTREGA lo cual permite en el receptor logras serenar el ánimo y sus procesos mentales.

Por tanto la tensión, las emociones, la inteligencia, la virtud, los deseos, las fantasías, ... el estrés, lo sexual ... pertenecen a diversos órdenes corporales, tan gestuales y lingüísticos como el pensamiento compartido. Y en la entrega durante el masaje se hacen visibles, tangibles, audibles.
En el límite... masajear es tocar con las manos la totalidad del universo del otro.
Dicho esto, la conclusión es que el masaje es trascendente si y sólo si las personas involucradas reconocen lo que ocurre en el contacto. La acción sobre el cuerpo es acción sobre la psique, y todo hecho del alma ocurre como cuerpo, ni en él, ni paralelo a él, directamente son cuerpo.
El masaje ES LENGUAJE, CONCIENCIA e INTERCAMBIO en las IDENTIDADES.
El masaje así creado es vanguardia, y los escritos que siguen son explicar como hacerlo bien.
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